2.021: Cómo afrontar un año de recesión
Que el 2.021 será un año de recesión económica es algo que nadie pone en duda. Los efectos de los duros confinamientos se sentirán este año con mucha más fuerza que el año anterior.
Esta realidad puede ser atemorizante para muchos. Pero estoy convencido de que lo que debemos hacer frente a las crisis no es entregarnos al pánico, sino saber qué nos espera y cómo afrontarlo.
Es por ello que hoy quiero compartir lo que para mí son los principales consejos que pueden ayudarles a enfrentar este año 2.021. Vamos a ir, punto por punto, a evaluar los aspectos que debes considerar en un periodo recesivo como el que enfrentamos.
Video: «Cómo prepararte para una recesión económica»
1. Calcula tu patrimonio neto
Para comenzar un camino, hay que saber en dónde se encuentra uno parado. En el caso de la economía, ese punto de inicio es el patrimonio neto del que disponemos.
El patrimonio es todo el dinero del que dispones. Aquí se incluye el dinero que tienes en efectivo, el saldo de tus cuentas bancarias, las joyas y objetos de valor, tus propiedades, acciones de empresas, maquinaria y hasta tus objetos personales.
Puede que en principio pienses que objetos como tu computadora o tu ropa no son parte de tu patrimonio. Pero sí lo son. La diferencia es que una parte de tu patrimonio es líquido, otra parte es fácilmente liquidable y otra parte es de liquidación lenta. Analicemos con calma.
Tu patrimonio líquido es el dinero del que puedes disponer ya mismo. El efectivo y el que tienes en tus cuentas.
La parte de tu patrimonio que es fácilmente liquidable es aquella que puedes convertir en dinero en poco tiempo. Es el caso, por ejemplo, de tus joyas o de criptomonedas, que puedes vender en poco tiempo.
La parte de tu patrimonio cuya liquidez tomaría más tiempo la conforman elementos como tu casa, tu vehículo y tus tierras.
La razón por la que debes calcular tu patrimonio no es porque debas deshacerte de él. Al contrario, es para que sepas cuánto vales, con qué cuentas y, como decía, desde qué punto partes.
También es importante saberlo para que tengas conciencia de cuando estás en crisis y hasta en riesgo de perderlo todo.
2. Renegocia y/o paga tus deudas
Una de las mejores lecturas de mi juventud fue el libro Padre Rico, padre pobre, de Robert Kiyosaki. Allí aprendí un concepto que me ha acompañado toda la vida: la diferencia entre pasivos y activos.
Kiyosaki simplificaba todo en dos frases: un pasivo es lo que quita dinero de tu bolsillo; un activo es lo que pone dinero en tu bolsillo. Parece algo sencillo, pero es sorprendente como muchos no entienden esa diferencia.
Por ejemplo: muchos creen que sus casas son activos. Y sí, lo son si la vendes o alquilas. Pero la casa donde vives es un pasivo: debes pagar todos los meses el condominio, el agua, la electricidad, el internet, impuestos municipales, etc.
Entonces, entendiendo esa diferencia, podemos resumir un buen consejo para un año de recesión: haz que tus pasivos sea menos que tus activos. Para lograrlo: cuida mucho las deudas que tienes.
Toda deuda puede renegociarse. 2021 es un buen año para renegociar esas deudas. Las que puedas pagar, págalas; las que puedas renegociar, renegócialas. Hacerlo te permitirá presupuestar mejor.
3. Haz un presupuesto y respétalo
Creo que la mayoría de los malgastos que hacen las personas es por su falta de previsión. La previsión en economía se maneja con presupuestos. Tal vez suene tedioso, pero hacer presupuestos evitará que te desangres económicamente durante un año recesivo.
Haz un presupuesto personal. ¿Pagar alquiler? ¿Cada cuánto te abasteces de alimentos y enceres para el hogar? ¿Qué servicios pagas mensualmente? ¿Hay pagos que realices anualmente? ¿Has pensando en cuánto gastas en entretenimiento?
Plantéate esas preguntas y podrás entender cuánto gastas regularmente. Con ese entendimiento, puedes llevar adelante tu presupuesto.
No hace falta complicados programas o esquemas. Un documento en Excel o en Google Sheets, incluso un simple documento hecho a mano en un cuaderno. ¡No importa el medio!
Lo importante es que hagas un presupuesto. Y luego de hacerlo: respétalo. Por ello, permíteme insistir en que incluyas tu entretenimiento y ocio en el presupuesto. Es muy fácil que, presupuestando solo lo necesario, comencemos a malgastar el dinero en “gastos hormiga”, que es como denominan los expertos en inteligencia financiera a esos pequeños consumos, que al final representan un enorme hueco en nuestras finanzas.
Video: «Cómo hacer un presupuesto – Tutorial»
4. Toma en cuenta lo que deciden los gobernantes
Ya he hablado en profundidad sobre el sistema; también he dicho que lo mejor que podemos hacer frente a él es prepararnos para sus políticas. Así que lo importante en un año como el 2.021 es estar bien informados sobre lo que harán los gobernantes.
Las medidas que tomarán los gobiernos pueden afectarte. Lo vital es que sepas qué medidas toman y cuáles son sus efectos. En crisis, es habitual que los gobiernos:
- Aumenten el gasto público
- Emitan subsidios y ayudas a los más necesitados
- Decreten bonificaciones especiales para quienes pierdan el trabajo
- Incrementen los impuestos indirectos (ante la imposibilidad de recaudar los directos)
- Subsidien a las grandes empresas que están a punto de quebrar (ya ha ocurrido con las aerolíneas, por citar un caso)
- Endurezcan las medidas contra los inmigrantes, ya que deben priorizar sus recursos para los ciudadanos nativos
Conoce y saca provecho de esas medidas.
5. Emprende
Sonará contraintuitivo, pero en las crisis es cuando más debes emprender.
Precisamente porque todos estarán en pánico y reduciendo espacios, tendrás la oportunidad de emprender de forma exitosa. Piensa en todas las necesidades que han surgido con la crisis, ¿quién la satisfará? Probablemente los emprendedores con visión de futuro.
Las crisis terminan. Esta recesión no será la excepción. 2.020 fue un mal año y 2.021 también lo será. Pero eso no significa que tenga que ser un mal año para ti.
Si miras hacia el futuro, claramente vale la pena asumir riesgos y emprender en momentos borrascosos como estos. Hay un dicho que dice que en tiempos de crisis, mientras algunas personas lloran, otras venden pañuelos.
Creo que es momento de fabricar y vender pañuelos. De la crisis se sale preparándose y actuando en consecuencia.
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